Tanto en preparados comerciales como en remedios caseros, el malvavisco se cuenta entre una de las principales y más empleadas plantas medicinales.
¿A qué deben su éxito estas plantas que curan?
Principalmente, a lo fácil que es obtenerlas (crece silvestre prácticamente en cualquier lugar del mundo), a sus múltiples indicaciones y a sus variadas formas de preparación. Según la finalidad perseguida, se aprovecharán del malvavisco tanto las flores como la raíz (y, en menor medida, también las hojas) en infusiones, cataplasmas, inhalaciones e, incluso, en ensaladas.
Plantas que curan: origen y descripción del malvavisco
El malvavisco es una de las plantas medicinales. Es herbácea, perenne y crece de manera silvestre en los terrenos húmedos de las zonas mediterráneas principalmente, pero se ha extendido también a amplias regiones de toda Europa, Norteamérica, África y Asia occidental.
Hay referencias del empleo de malvavisco ya en tiempos del Imperio romano, que era utilizado para aliviar el malestar digestivo que provocaban las opulentas comilonas de carne tan de moda por aquel entonces.
Las partes medicinales más valoradas son la flor (que es de color blanco o rosa pálido y tiene cinco pétalos) y la raíz. La recogida de la flor debe llevarse a cabo en verano. La raíz, en cambio, se retira en otoño.
Propiedades y usos del malvavisco
- Puedes recurrir al malvavisco si necesitas alivio de dolencias del sistema digestivo (gastritis, colon irritable, úlceras).
- Tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que lo encontrarás, además, adecuado en el tratamiento de todo tipo de inflamaciones (mucosas, piel, varices) y para todas las afecciones respiratorias (bronquitis, tos, asma).
- Mezclado con tomillo y milenrama ayuda a combatir la pérdida de memoria.
- Debe evitar mezclarse con fármacos, ya que puede perjudicar la absorción de los mismos.
Así, pues, como puedes comprobar el malvavisco es una de las plantas medicinales más populares, fácil de preparar y con múltiples propiedades curativas.