El Adiantum capillus, más conocido como Culantrillo del pozo, está dentro del grupo de las plantas medicinales cuyas propiedades no está de más conocer. En un mundo cada vez más desnaturalizado, ha surgido con fuerza la corriente fitoterapéutica. Gracias a ella podemos tratar muchos de nuestros males de una manera más natural y asequible.
¿Qué es el Culantrillo del pozo (Adiantum capillus)?
Es un miembro más de la extensa familia de los helechos y, como tal, se suele dar en zonas de mucha humedad. Viene del oeste de Europa, aunque, con las migraciones y la globalización, también puedes encontrarla en el continente americano. Se ven con relativa facilidad en lugares oscuros y junto a los pozos de agua, de ahí su sobrenombre.
Descripción del Culantrillo del pozo
Se trata de una planta que no florece, por lo que se reproduce por esporas en época primaveral. Apenas levanta un par de palmos del suelo, sin superar los 40 centímetros de altura. Su color es oscuro, terroso. Al ramificarse, sus hojas adquieren forma de abanico.
Para aprovechar sus propiedades medicinales se recolecta toda la parte expuesta, no la raíz. Entre otras cosas, se compone de materias tánicas, mucílago, ácido gálico y un aceite de agradable olor.
Propiedades y usos del Adiantum capillus
El Culantrillo del pozo requiere de un estudio más exhaustivo, pero se sabe que posee propiedades expectorantes y antiinflamatorias. Por eso, como una de estas plantas que curan, tradicionalmente se ha utilizado para calmar la tos y aliviar los síntomas de las afecciones en las vías respiratorias.
También es muy popular como remedio para regular la menstruación, el sangrado y el dolor que produce esta fase del ciclo femenino.
En resumen, es una de esas plantas medicinales fáciles de encontrar y reconocer. Se recomienda emplear en forma de infusión en caso de tos y como pomada para aprovechar sus cualidades antiinflamatorias.