La drosera (Drosera rotundifolia) forma parte del inmenso abanico de plantas medicinales. En España es una planta protegida que, solo si es necesario, se puede arrancar. Es posible que en herbolarios encuentres preparados para ser consumidos de manera oral, indicados especialmente para la tos.
La drosera, una de las plantas que curan
La drosera es una más de las plantas que curan. Por su aspecto, ha sido bautizada con diversos nombres, como rocío del sol común, atrapamoscas o hierba de la gota.
Se caracteriza por ser una planta carnívora, que se alimenta de pequeños insectos para sobrevivir, debido que crece en zonas desprovistas de nutrientes.
Ha conseguido diseminarse por diversos lugares del mundo, aunque especialmente se encuentra en áreas frías, como en los Pirineos y en la cordillera cantábrica, dentro de España. Fuera de nuestras fronteras, la puedes hallar en Canadá y Siberia (Rusia).
La drosera puede alcanzar hasta los 25 centímetros de altura, y se define por el color rojo de sus hojas, que sirve para atraer a los insectos. Los consigue atrapar gracias a una sustancia pegajosa, de sabor dulce, que las recubre.
Propiedades y usos
De la drosera se puede obtener un extracto, cuyas propiedades han demostrado ser antiinflamatorias y antiespasmódicas. También actúa contra las bacterias del organismo, y tiene un efecto positivo hacia varios tipos de dolores.
Entre sus propiedades medicinales destacan:
- La acción antiespasmódica, que relaja los músculos en torno a las vías respiratorias, aliviando la tos seca que aparece en episodios de asma, bronquitis y procesos gripales.
- Su efecto descongestivo en las vías respiratorias, la hace muy apropiada para tratar la disnea.
- Su acción antiinflamatoria consigue aplacar los dolores típicos de la espalda, así como la ciática y la artrosis. Además, es un relajante eficiente en pacientes con diversas molestias musculares.
La homeopatía hace uso de la drosera para diferentes afecciones, incluyendo los estados de ánimo, como la depresión y los trastornos obsesivo-compulsivos.
Entre las opciones del herbolario, puedes encontrar diferentes presentaciones dirigidas a tratar los problemas de salud ya expuestos o, incluso, para prevenir el empeoramiento estacional en enfermos de asma:
- El jarabe para tratar el asma bronquial es óptimo para enfermos que padecen de ataques de tos y tienen problemas respiratorios. Suele presentarse en una solución de alcohol con la planta fresca.
- La infusión de drosera, combinada con propóleo, se convierte en un antibiótico perfecto para prevenir todo tipo de infecciones. Con que tomes unas veinte gotas cada doce horas, verás los resultados.
Se recomienda no excederse en las tomas por sus efectos gastrointestinales. Tampoco durante el embarazo y la lactancia. Además se debe evitar el jarabe en menores de tres años.
Las plantas medicinales, como en el caso de la drosera, se han usado durante años para combatir todo tipo de enfermedades, mostrando siempre su efectividad.